Tesalónica

Tesalónica. Viajes a Grecia Tarannà
Tesalónica. Viajes a Grecia Tarannà
Tesalónica. Viajes a Grecia Tarannà

Tesalónica. Cruce de civilizaciones

Fundada en el año 315, Tesalónica es la segunda ciudad más grande de Grecia. Tesalónica, en griego Thessaloniki, debe su nombre a la hermana de Alejandro Magno y esposa de su fundador, Casandro.
Esta importante ciudad siempre ha sido un punto de cruce de civilizaciones, un lugar donde se reúnen el este y el oeste, donde se han mezclado grandes culturas y religiones. Toda la urbe es como un museo al aire libre y fue uno de los primeros centros del cristianismo.

La importancia histórica y cultural de Tesalónica en el pasado se puede entender teniendo en cuenta que quince de sus iglesias y monumentos paleocristianos y bizantinos han sido declarados por la UNESCO como patrimonio de la Humanidad. Los mosaicos de la Rotonda, San Demetrio y San David están entre las obras maestras más importantes del arte paleocristiano.

Tesalónica en la actualidad es una ciudad viva, moderna, elegante y vibrante. Los visitantes de Tesalónica se enamoran verdaderamente de la ciudad y las tradiciones griegas, así como del trato de su hospitalaria gente. La proximidad de los principales atractivos y las posibilidades que ofrece la ciudad, hacen de Tesalónica un destino ideal para relajarse, divertirse y conocer el crisol de culturas de esta encantadora ciudad y sus alrededores.

Hay muchos e importantes lugares para disfrutar de esta histórica ciudad. La plaza Aristotelous nos muestra sus mansiones monumentales, para después llevarnos hasta la Avenida Nikis y el paseo marítimo que se extiende desde el puerto hasta el Auditorio con vistas al Golfo Thermaikos, Destacables son también la estatua de Alejandro Magno y el Monte Olympo. La oferta de numerosos cafés y bares, uno al lado del otro, con agradable ambiente y buena música invita al visitante a disfrutar de ellos y de sus especialidades. En el paseo marítimo se encuentra la Torre Blanca, símbolo de la ciudad de Tesalónica, construida en el siglo XVI. La Torre Blanca era parte de la fortificación de la ciudad aunque más tarde fue utilizado por los turcos como un lugar de ejecución.

“Kastra” son las murallas de la ciudad vieja que se extienden a lo largo de su perímetro y recorrerlas proporciona un agradable paseo. Desde la parte superior de ellas se goza de una increíble vista de la ciudad. En el casco antiguo se pueden ver las casas antiguas y tradicionales que parecen desafiar al tiempo, así como los baños Bizantinos junto a varios cafés y restaurantes donde se puede sentir la atmósfera de tiempos pasados.

A nivel gastronómico, Tesalónica es un verdadero paraíso donde se puede comer a todas horas y degustar una gran variedad de platos que sorprenden por su sabor. Las tabernas, restaurantes y pastelerías de Tesalónica son referencia en todo el país. El antiguo barrio de Ladadika, ubicado al oeste de la ciudad, hace 40 años era el centro de comercio al por mayor, pero actualmente es famoso sobre todo por las delicias culinarias que se ofrecen en los pequeños o grandes restaurantes y bares – algunos de ellos con música en vivo – que se encuentran entre los callejones de piedra de este distrito de Tesalónica.

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